Quiero escribir una maldita carta de amor (pero una clásica, como a mi me gustan), pintarme la boca y ponerle un beso (chulengo, pero clasico), atesorarla por tres segundos en mi pecho, mirar la foto del hueon a quien profeso amor, que la carta empiece con un ” Querido ‘huencito’ “, y termine con un “Siempre tuya ‘La hueoncita enamorá’ “, meterla en el sobre de color (blanco no, que simple, hasta haría uno yo misma con algún poema raro; así: imprimo la hoja y la hago sobre…perfect...o en su defecto una esquela añeja de colegio), sellar el sobre con mi baba (puta si lo hago yo manualmente, lo sello con stickfix, porque la baba me arruina toda la creación), ir a Correos de Chile, pegarle las estampillas con mi baba y meterla al correo (ah ya no se hace eso, así que se la pasaría a la recepcionista pa que la tire con el montón de otros sobres).
Pero la hueaaaaaaaa pesá es que no tengo un maldito remitente y yo quiero puro escribir la maldita carta.
#Paaaaaaaaaaaaaaaavre_de_amor_real
No hay comentarios:
Publicar un comentario