Lo vi y permanecí cerca de él
no pude sino que esquivarlo
me paralicé y no pude parar de fumarmelo todo
su aroma era particular, era inoloro
olía a deseo, olía su aroma por sus ojos
desgraciados ojos negros que se comían el color de los míos
él tenía esa capacidad de apretarme y hacerme sentir dulce
me sentía buena y cálida
no había mas lágrimas, no había mas risas, no hay había silencios
había aire volando por mi cerebro.
Su voz era particular y estúpida pero me gustaba
nos ahogamos en el té caliente y del vapor salían formas
podía ver lo que podíamos hacer juntos y mi respiración llegaba hasta el final
me concentraba para no comermelo a él
me sentaba cada vez mas distante de su cuerpo
su atracción era fatalísima y no se podía aguantar
mientras sentada permanecía en ese sillón mirando el óceano de una fotografía
él se acercó como cuando un puma
quiere casar a su presa
me presionó los brazos y no pude resistirme
a su boca, a sus besos, a sus ojos, a su aroma indeciso, a su cuerpo mounstruoso
a todo lo que componía a ese ser.
Ahí me veía desde afuera besandolo descontroladamente
luchando con mi mente, con el ello, el el super yo y el yo
cada uno me decía algo y yo solo quería permanecer cerca de él
pero probaba a mi cuerpo, a mi impulso con mi mente
aunque el desgraciado me haga arder no podía llegar al final del camino
aunque su boca fuera el paraíso
aunque supiera justo donde lamerme
aunque me hablara al oído
aunque me resistiera, lo deseé y lo disfruté,
pero no culminamos.
Tuve que huir, levantarme rápidamente despertar de la pasión que él encendía
agarré mi chaleco, la bufanda y me fui.
Me fui sin entender absolutamente nada de lo que hice.
Solo recordando el sabor de la coca cola que dejó en mis labios.
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